El emplazamiento de la ciudad, situada en una «hoya» rodeada de montañas, es la principal causa por la que ésta ha tenido a lo largo de su historia una difícil comunicación con las tierras del interior, lo cual, no obstante, ha dado lugar a que su puerto, como eje central de la vida de la ciudad y de sus capacidades de polarización comarcal y regional, haya sido históricamente su principal enlace de comunicación y, seguramente, la razón de ser de su propia identidad urbana.Reconocida como paso natural hacia Africa, Málaga ha sido a lo largo de su historia punto de encuentro y de intercambio de culturas, desarrollando una actividad comercial que siempre estuvo apoyada en su puerto.
Durante la edad moderna, Málaga tuvo gran importancia por su situación estratégica, cercana al estrecho de Gibraltar y al Norte de África, siendo el Puerto punto de abasto para las plazas africanas.El sistema defensivo cristiano aprovechó el construido por los árabes.
En 1585 Felipe II ordena un nuevo estudio del Puerto, construyéndose un nuevo dique en 1588, en la zona de levante, junto a La Coracha. En los dos siglos siguientes el Puerto se fue prolongando tanto a poniente como a levante. El puerto de Málaga siempre ha sido de enorme importancia para la economía de la ciudad. El primer impulso que potenció la importancia del mismo es en el siglo XVIII cuando la Corona Española decidió ampliar el mismo, dada la cercanía de Gibraltar en manos de los ingleses. Esta iniciativa se desvió más adelante a Cartagena, con la creación de una base militar.Pero, la actividad de exportación de la industria malagueña siempre ha sido muy importante y durante el siglo XIX el puerto cobra una importancia enorme al tener que canalizar todas las exportaciones, principalmente de: vinos, pasas, licores, compuestos químicos y productos de la siderurgia hacia otros países y resto de la Península.
El puerto es la vía natural de comunicación de la provincia de Málaga con el resto del mundo, ya que las montañas de la Cordillera Penibética llegan hasta muy cerca de la costa con escarpadas laderas que hacen muy difícil el acceso a la Capital por tierra. Solamente hasta los años 1970 no ha tenido Málaga un acceso adecuado por carretera.
Adicionalmente, a comienzos del siglo XX, el puerto se reestructura. Esto ocurre como terrible consecuencia de la fuerte erosión producida en los viñedos del valle del río Guadalmedina durante los siglos anteriores. El fenómeno se debe a la explosión de cultivos de la vid en las escarpadas laderas montañosas que bordean este río. Esto produce la inevitable e irrecuperable erosión del terreno produciéndose por un lado la elevación del cauce del río (al punto que hubo que construir muros protectores en el tramo en el que el río atraviesa la ciudad) y por otro que los materiales de aluvión arrastrados se van sedimentando en la desembocadura.
Al cabo del tiempo la ciudad decide urbanizar los llamados “terrenos ganados al mar”: de esta reestructuración urbanística, se crea el paseo de la Alameda y se mueven los muelles del puerto más hacia el Sur.
Como consecuencia de estas circunstancias, cuando en 1.936 se produce el estallido de la Guerra Civil Española, Málaga se encuentra con un puerto que:
– Es importante y tiene frecuentes conexiones con el resto de Europa y Norte de África.
– Es relativamente moderno, por la reestructuración realizada a primeros de siglo.
– Es la mejor vía de acceso a la capital, cara a una posible acción militar, ya que los accesos por carretera son muy complicados, escasos y por lo tanto inadecuados.
Agradecimientos a:
– Enrique de perri-blog, por su aportación gráfica a este artículo.