Poco queda ya de Peñarrubia. Ni siquiera el embalse que sepultó el pueblo hace más de 30 años. Primero fueron las excavadoras, después el agua y ahora la sequía. La falta de lluvias ha obligado a cerrar las compuertas del pantano y el agua se ha ido secando poco a poco.
Si en 1995, cuando la última sequía grave, afloraron los restos del cementerio del pueblo, ahora, una década después, el nivel del embalse sólo llega a un 13 por ciento y pueden verse incluso los puentes que en los años 70 constituían parte del pueblo de Peñarrubia. De momento, el pantano de Peñarrubia está casi seco. Un hilo de agua recuerda por qué aquel pueblo de 1.800 habitantes tuvo que ser desalojado en 1971. “Nada más salir la gente se metieron las máquinas excavadoras y acabaron con las casas del pueblo, para que nadie pudiera volver”.
Poco queda de él, ya que sólo se mantiene en pie el puente que cruzaba el río Guadalteba por la carretera hacia la localidad de Ardales. Peñarrubia no era un pueblo precisamente pequeño. Tenía ayuntamiento propio y cuartel de la Guardia Civil. Metido en una hondonada de la comarca del Guadalteba, sus vecinos vivían allí casi de paso. Los rumores de la llegada del pantano se acrecentaban desde hacía 20 años, aunque los vecinos no terminaban de creerlo. “A principios de los años 70, justo antes de anegar el pueblo, las circunstancias eran casi tercermundistas. Nadie hacía obras de mejora en las casas ni en las calles y cuando llegó el pantano de verdad había mucha gente que quería irse, sobre todo los jóvenes. Pero los mayores del pueblo estaban muy apegados a su tierra. ”
Algunos esperaron hasta última hora, incluso se escondieron para quedarse y la Guardia Civil tuvo que darles un aviso porque subía el agua. Había gente que no había salido nunca de allí y la despedida fue muy dura”. Después, las excavadoras sólo dejaron en pie el cuartel de la Guardia Civil y el colegio para que la entonces Confederación Hidrográfica del Sur los utilizara. Además, el campanario de la Iglesia resistió a los años por encima de las aguas del pantano, hasta que hubo que tirarlo.
Embalses de Guadalteba y Guadalhorce
La creciente necesidad de incrementar la capacidad de regulación, derivada: – de la concesión al Ayuntamiento de Málaga de un caudal continuo para abastecimiento – y de la aprobación, en 1961, del Plan de Riegos del Guadalhorce, lleva a un estudio de aprovechamiento integral de los recursos del Guadalhorce y sus afluentes, estudio que ya incluía un anteproyecto de embalse en los ríos Guadalhorce y Guadalteba, formado por una presa de hormigón poco más abajo de la confluencia de estos dos ríos. Se desecha nuevamente el emplazamiento en el Tajo de los Gaitanes por los problemas que planteaba la inundación de las presas y centrales de Gaitanejo y del Conde de Guadalhorce y los de una variante de ferrocarril más larga y difícil, además de por temor al posible comportamiento permeable de las calizas de la cerrada.
Los estudios y reconocimientos geológicos realizados en la cerrada prevista mostraron que el terreno de cimentación soportaría difícilmente la carga de una presa de hormigón; por otra parte la topografía de la cerrada no admitía la mayor extensión que ocupa una presa de materiales sueltos. Se optó por la solución de construir dos presas gemelas de materiales sueltos, una en cada río, pocos metros más arriba de su confluencia, que, con aguas altas, formaban un solo embalse. En la primavera de 1966 empezaron las obras. Las primeras excavaciones revelaron que el terreno de cimentación era mucho más problemático de lo que habían mostrado los estudios previos a la redacción del Proyecto, lo que obligó a una sustancial modificación del mismo. La presa de Guadalteba empezó a embalsar en octubre de 1971 y la de Guadalhorce en junio de 1973. Al mismo tiempo que el de la Presa se redacta el Proyecto de variante del ferrocarril en el tramo inundado por el embalse del Guadalhorce. Tiene 12.6 km de longitud, de los cuales 8.3 se desarrollan en cuatro túneles.
Esta variante entró en servicio en enero de 1972. Se construyeron, a su vez, tres variantes para los tramos de carretera inundados por el embalse (dos locales y uno comarcal). Estas nuevas variantes tienen una longitud total de 28 km. Finalmente decir que fue necesario desalojar y trasladar a la población del pueblo de Peñarrubia y su barriada de la estación de f. c. de Gobantes, que quedaban inundados por el embalse. Información facilitada por la Agencia Andaluza del Agua. Cuenca Mediterránea Andaluza. Consejería de Medio Ambiente.
enlaces de interés y fuentes:
http://www.gaitanes.es/pagina.asp?cod=180&idioma=esp
Agradecimientos:
Félix González.